Cuando llega el 14 de febrero, fecha en la que se celebra San Valentín, muchos periódicos se llenan de artículos y entrevistas que tratan de explicar el amor desde el punto de vista de la psicología. Nosotros también podríamos hacerlo, pero como además de psicólogos somos personas, preferimos pensar que, como el resto de la gente, el amor no tiene explicación.
Surge casi sin pensar o tras un esfuerzo consciente por conseguir el afecto y la atención del otro; cuesta años o todo se concentra en un instante, nos enamoramos de alguien que está casi en el fin del mundo, o tan cerca que casi no lo veíamos… El amor es el protagonista de nuestros mejores momentos, pero también de los peores de nuestra vida. Casi sin quererlo, al pensar en el amor nos vienen a la cabeza las historias de desamor que conocemos, y en muchos casos sus buenas o malas consecuencias.
Podríamos explicar qué es el amor, pero creemos que somos más útiles si tratamos de aportar consejos de psicología breve para aquellos que se ven, de una u otra manera, afectados por el amor. Es decir, todos nosotros.
¿Se pueden dar consejos breves que ayuden en cuestiones de amor?.
Por supuesto. De hecho, la psicología breve y centrada en soluciones permite aplicarse a cualquier situación, y con más razón a cuestiones de amor por la complejidad que encierran, y por la afectación que producen de toda nuestra realidad. Proponemos 10 consejos breves que, si bien están contados de una forma abierta y sencilla, encierran herramientas y aplicaciones propias de la terapia psicológica. En su brevedad y cercanía encierran la esencia de una nueva forma de hacer psicología:
- Si estás solo y buscas pareja: para encontrar el amor, antes debes encontrarte a ti mismo. Muchas veces la búsqueda de una pareja se convierte en ansiedad más que en interés, y esto hemos de evitarlo. Por otro lado, hay quien ha perdido toda esperanza, y tiende a encerrarse física y psicológicamente. Lo ideal es darse el gustazo de ser feliz con uno mismo, compartir el tiempo con los amigos, y tener una actitud abierta a conocer gente en general, pero sin ansiedades que puedan hacer que cometas mil errores. No hay nada como mostrarse feliz y contento con la situación actual, para que conozcas a la persona ideal que te haga cambiar esa situación.
- Si estás solo y no buscas pareja: piensa que el día de San Valentín es un momento inspirado más por la cuenta de resultados de las tiendas de regalos y restaurantes, que por un movimiento de amor globalizado. De hecho, de las múltiples expresiones del amor, en este día parece que sólo hacemos caso a las flores, las cenas, los regalitos, y las escapadas románticas. Lo mejor para que a nadie se le ocurra recordarte que sigues soltero y sin compromiso, es hacerte a la idea de que el 14 de febrero es al día siguiente, y cuando te des cuenta, será día 15. No lo pienses, no tiene importancia…
- Si tienes pareja y quieres profundizar en vuestro amor: un buen regalo podría ser recordar juntos aquello que os atrajo el uno del otro, y cómo esos pequeños detalles de entonces, se han convertido hoy en formas de vivir complementarias y enriquecedoras. Si además de eso lo quieres combinar con un regalo romántico, hazlo. No es que defendamos este tipo de fechas, pero siempre es buen momento para decirle a tu pareja que lo amas, más incluso que al principio, con sus buenas cosas y las malas, con sus días buenos y los malos. Seguro que no es el hombre o la mujer perfecta en comparación con otros u otras, pero demuéstrale que tú ya no quieres comparar.
- Si estás en pareja y quieres forzar una ruptura: quizá San Valentín no es el mejor momento para ello, pero si crees que es momento de romper la relación, para mañana es tarde. Si lo vas a hacer, haz un esfuerzo por ponerte en el lugar de la persona que durante este tiempo ha sido tu pareja, sé muy sincero, y habla sin miedos y sin guardarte nada. No hay como poner todas las cartas sobre la mesa para que cualquier enamorado que no se sienta correspondido acepte esa situación, y comprenda que lo mejor es iniciar una nueva vida emocional. Tal vez por eso se celebre San Valentín; sé valiente, pero sobretodo, sé sincero.
- Si tu pareja necesita un despertador del amor: a muchas parejas el tiempo las adormece; el tiempo y la rutina. Sin saber cómo, conocer casi todo del otro te lleva a perder el misterio y el interés, y parece que cualquiera podría ocupar su lugar sin que llegaras a notar su falta. Busca dentro de ti, y si en verdad sientes amor por esa persona, es hora de que pongas un despertador en esta relación, y San Valentín puede ser una excusa. Pero cuidado, la solución no es un predictor positivo, error de muchas parejas fracasadas que dejan demasiados niños con cita para el psicólogo, sino una mirada positiva sobre lo que el uno aporta al otro, y sobre cómo encarar la vida con nuevos proyectos y nuevas ilusiones.
- Si estás enamorado de alguien que no te corresponde: antes que nada, asegúrate de que lo sabe. Por mucho que hemos avanzado en psicología, aún la telepatía no está del todo afinada. Aprovecha este San Valentín y cuéntaselo. No pierdes nada, y estarás siendo honesto contigo mismo. No consientas que en el futuro te encuentres con esa persona en la fiesta de antiguos alumnos del instituto y te cuente lo enamorada que también ella estaba de ti. Si por el contrario, ya lo sabe y sigue sin hacerte caso, valora si la inversión emocional que estás haciendo te es verdaderamente rentable, o mejor te conviene buscar otro tipo de inversiones en donde colocar los activos de tu amor. Quizá haya mercados más rentables, aunque en esto del amor, no se puede decir que haya mercados libres de riesgos.
- Si sabes que hay alguien que está enamorado de ti: felicidades…!!! quieras o no corresponderle, no me dirás que no es un gustazo saber que alguien está coladito por tus huesos. Si tienes pareja y tienes claro que no vas a corresponderle, acércate a él, busca el momento apropiado y díselo sin rodeos; tiene derecho a saberlo y quizá opte por apuntar sus flechas del amor hacia otro sitio. Si no tienes pareja, ¿por qué no hacer un hueco en tu apretadísima agenda del amor y conocer un poco más a esa persona?. Si está enamorada de ti, ya cuenta con al menos con una cosa que te gusta. ¿y si fueran más?. Aprovecha San Valentín y otorga una oportunidad a esa persona; quizá el amor esté tan cerca de ti que no lo estás viendo.
- Si tienes pareja pero la gente no consigue diferenciar al uno del otro: Eso es que aún no habéis desarrollado un vínculo seguro (diríamos los psicólogos) que os permita hacer cosas por separado, y también juntos. La historia que nos han contado sobre medias naranjas es mentira; nadie necesita una media naranja. Lo que necesitamos es desarrollarnos como naranjas completas, para encontrar otras naranjas completas, y quizá de esa manera, compartir lo mejor del zumo de cada uno. Aquellas parejas que no son capaces de hacer nada sin el otro corren el riesgo de convertirse en una sola persona, perdiendo lo que era diferencial en cada uno, y paradójicamente, aquello que más te gustaba de él o ella. Lo mejor es que cada uno pueda tener su espacio, y también un espacio compartido, es la mejor manera de desarrollarse como persona, sin dejar de ser una pareja, y viceversa.
- Si vuestro amor no es aceptado: por suerte, la sociedad está cambiando rápidamente, y todos los tipos de amor son ya comprendidos. Sin embargo, las familias parece que no formaran parte de la sociedad, y en ellas este cambio se produce más lentamente. Tranquilos, tranquilas… llegará. Mientras, construid en la medida de lo posible una relación fuerte y sincera, y no perdáis ninguna oportunidad para hacer ver a todos lo mucho que os queréis. Muchos de los que os rodean y no aceptan vuestra relación seguro que piensan «esto se pasará…», y efectivamente, tienen razón. Pero es a ellos a los que se les pasará cuando vean que el tiempo no hace sino afianzar lo que sentís, y que existen muestras de ello. Ojo, cualquier muestra de lo contrario será utilizado en vuestra contra. Sed fuertes, y aprovechad San Valentín para dedicaros tanto amor como rechazo os hacen sentir.
- Si tienes que superar un desamor: superar una ruptura siempre es difícil, da igual quién ha dejado a quién. Cuando se han compartido muchas cosas con otra persona, el vacío que deja en nuestras rutinas, nuestro espacio y nuestros esquemas mentales es tan grande, que mucha gente opta por encontrar rápidamente la pieza de recambio que le haga sentir mejor. Antes que eso, recupérate bien; reordena tus rutinas y construye de nuevo tu espacio y tus esquemas mentales. Si lo haces bien, será más fácil que pongas a otra persona en el lugar de la que había, de forma más rápida y con más posibilidades de que sea una relación duradera. Pero si lo prefieres, también puedes optar por conocer más gente que pase por tu vida más rápido. No hay ningún problema en ello, siempre que no quieras confundir lo uno con lo otro.
Finalmente, si estás en cualquiera de estas situaciones y San Valentín se te hace especialmente cuesta arriba, no dudes en pedir ayuda. Los problemas relacionados con la afectividad que no son resueltos de la forma adecuada suelen tener como resultado otro tipo de problemas más graves.
Depresión, falta de autoestima, trastornos de la alimentación… son los acompañantes más terribles de las situaciones amorosas mal resueltas. No lo dudes, cuando pides ayuda, aquello que parece no tener solución ya ha empezado a resolverse. Si lo necesitas, pide ayuda a un profesional.
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