En los últimos años hemos visto cómo ha surgido una nueva generación de padres que se vuelca por dar todo lo que pueden a sus hijos, incluso, cuando no pueden, bien por falta de recursos económicos o por falta de tiempo.
La psicología infantil se esfuerza en ofrecernos consejos a diario para mejorar nuestra relación y el comportamiento de los niños, pero a menudo tenemos la sensación de que estas pautas no sirven con nuestros hijos. Y, seamos sinceros, muchas veces tendemos a justificar con diagnósticos, actitudes y comportamientos que no son más que el fruto de una mala educación. En resumen, que dedicándoles tanta atención, estamos maleducándolos.
Los 10 Mandamientos de los padres
- Amarás a tu hijo. Lo aceptarás como es, con sus errores y virtudes. La base de la felicidad de un niño está en el cariño. Conoce a tu hijo y quiérelo por quién es.
- Lo besarás y abrazarás. El contacto físico es fundamental para su desarrollo emocional.
- Educarás a tu hijo. A los niños se les educa en casa, no en el colegio. Para educarle utiliza los dos sentidos básicos: el sentido común y el sentido del humor. Enséñale que no es mejor ni peor que nadie, a ponerse en la piel de los demás.
- Le pondrás límites. Los niños necesitan límites desde que son pequeños y los agradecen, es tu forma de marcarles el camino adecuado y su forma de sentirse seguros. La clave de una buena educación y de su seguridad está en los límites. Enséñale a respetar las normas y a los demás.
- Pasarás tiempo con él. Nuestros hijos necesitan y quieren estar con nosotros y pasar tiempo con ellos es la mejor forma de fortalecer nuestros vínculos. El tiempo pasa deprisa y muy pronto será mayor, dedícale tiempo de calidad y asegúrate de que viva experiencias en contacto con la naturaleza.
- Escucharás a tu hijo. Habla a diario con tu hijo, asegúrate de que puede contar contigo si tiene algún problema. Escúchale. No dejes que sus silencios pasen desapercibidos. A veces, su silencio es una llamada a gritos. Es importante que estés alerta ante cualquier cambio en su comportamiento.
- Estimularás sus capacidades y su autoestima. Ayúdale a encontrar y estimula sus capacidades innatas para que pueda sacarles el máximo potencial.
- No lo etiquetarás. Las etiquetas le crean complejos, le desaniman, le minan la autoestima y pueden limitar sus aspiraciones.
- No elogiarás a tu hijo en vano. Al igual que es importante felicitarle por sus logros también es fundamental que reconozca sus fracasos. Ayúdale a entender en qué han fallado y anímale a volver a intentarlo.
- No lo sobreprotegerás. Permite que viva sus propias experiencias , que se equivoque y aprenda de sus errores. No transmitas tus frustraciones a tu hijo. Oriéntale, hazle saber tu opinión, pero déjale elegir su camino.
Lamentablemtente, o por suerte, la felicidad de nuestros hijos no depende solo de nosotros, por mucho que nos esforcemos en que así sea. El destino, el azar, la salud, el trabajo, el amor, los amigos… son muchos los factores que influirán en su vida. Sin embargo, si tratamos de seguir estos consejos es muy probable que cuando crezcan guarden un feliz recuerdo de su infancia y de sus padres. Así sea.
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