Me encuentro en muchas ocasiones, que me cuentan que a pesar de haber tomado consciencia de un hábito o patrón que está haciendo daño, se vuelve a repetir una y otra vez.
Cuando sucede esto, lo que ocurre es que hay que tener en cuenta que un patrón destructivo a nivel emocional no se cambia de la noche a la mañana. Si tienes 30 o 40 años piensa que has estado durante todo ese tiempo haciendo ese patrón, ese hábito en cuestión. Y ahora no están fácil el cambio.
El tema es que se repite esta conducta dañina sin sin ser conscientes del daño que hace, y claro cuando uno ya se da cuenta de lo que le causa, evidentemente el patrón no va a ser tan automático, no se va a hacer de la misma manera. Puede que de diez veces siete ya te cuides y tres vuelvas a las andadas. Entonces lo importante es quedarse con esas siete veces y cómo nos hemos sentido porque desde ahí sí va a haber manera de cambiar, porque hay un bienestar inmediato.
Cuando se ha experimentado ese bienestar inmediato, por ejemplo, ya no nos relacionamos con las personas que nos hacen daño, a lo mejor te relacionas con una o con dos, pero te relacionas ya sabiendo cual es el asunto.
Para alcanzar el cambio, la forma es dándonos cuenta de los beneficios que sentimos cuando nos cuidamos, cuando nos respetamos, cuando ponemos límites.
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