Cuando se tienen hijas e hijos aparecen diferentes sentimientos en los padres y las madres que hace que se planteen “¿lo estoy haciendo bien?, ¿estoy siendo buena madre?, ¿estoy siendo buen padre?”. Preguntas que suelen llevarte a inseguridades, miedos, exigencias, expectativas, frustración, ansiedad… puesto que quieres hacerlo lo mejor posible y de la mejor manera. Es natural.
Y, ¿cómo es para ti estar haciéndolo bien?, ¿cómo es ser buena madre?, ¿cómo es ser buen padre? Respuestas que te llevarán a los modelos de referencia que tuviste y que aprendiste en tu infancia sobre cómo hacer y ser, estando presentes en este momento de crianza y educación en el que te encuentras. Momento en el que puedes darte cuenta del patrón que sigues y que ves que se repite según lo aprendiste, pudiendo modificar cuanto quieras y elegir cómo hacerlo.
Las respuestas a estas preguntas no son absolutas, pues depende de diversos factores de aprendizaje de lo que para ti está bien y cómo se ha de hacer. Y es que como sabrás, no hay un manual de instrucciones con leyes y normas de cómo ser madre y padre. Al igual que para ser un buen hijo o una buena hija no existe manual alguno. Dirigir tu mirada tanto en la persona adulta que eres como madre o padre y a la vez en la niña o niño que fuiste, hace que tomes conciencia de ti y que puedas colocarte en el lugar que eliges y deseas. Acompañando a tu hija o hijo en este momento a la vez que estás contigo como persona adulta y como niña o niño que fuiste.
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