Por acoso en el lugar de trabajo hay que entender cualquier manifestación de una conducta abusiva y, especialmente, los comportamientos, palabras, actos y escritos que puedan atentar contra la personalidad, la dignidad o la integridad física o psíquica de un individuo, o que pueda poner en peligro su empleo, o degradar el clima laboral.
Este fenómeno no sólo destruye el ambiente de trabajo y disminuye la productividad, y produce desgaste psicológico.
Fases
Al principio las personas acosadas no quieren sentirse ofendidas y no se toman en serio las indirectas y las vejaciones. Luego los ataques se multiplican. Durante un largo período y con regularidad, la víctima es acorralada, se le coloca en una posición de inferioridad y se le somete a maniobras hostiles y degradantes.
Con esto la persona pierde una parte de sí mismo y cuando termina la jornada laboral, vuelve a casa desgastado y con una sensación de sentirse hundido, ya que además los compañeros de trabajo, prefieren mantenerse al margen.
Tras un tiempo de evolución del conflicto, se producen fenómenos de fobia recíproca, la visión de la persona odiada provoca rabia en el agresor, la visión del perseguido desencadena miedo en la víctima. La mayoría de las veces, la víctima reacciona de un modo vehemente y confuso, ya que cualquier cosa que emprenda o que haga se vuelve contra ella gracias a la mediación de sus perseguidores, el objetivo de la maniobra de estos últimos consiste en desconcertarla, en confundirla totalmente.
¿A quién va dirigido?
En un principio las víctimas no son personas débiles o afectadas por alguna cuestión emocional. Al contrario el acoso empieza cuando una víctima reacciona contra el autoritarismo y no se deja avasallar. Tiene capacidad de resistir a la autoridad a pesar de las presiones en lo que la señala como blanco.
Suelen ser personas, autónomas, independientes, altamente capacitadas por su inteligencia, empáticas, sensibles, concienzudas, comprometidas con su trabajo, con el gusto por las cosas bien hechas.
Ya que en muchas ocasiones el acoso, es suscitado por un sentimiento de envidia de alguien que posee alguna cosa que los demás no tienen.
Formas de acosar
Rechazar la comunicación directa: El conflicto no se nombra pero actúa cotidianamente a través de la actitud de descalificación. El agresor se niega a explicar su actitud. Esta negación paraliza a la víctima, que no se puede defender, lo cual hace posible que la agresión continúe.
Descalificar: Hay un modo soterrado en el registro de la comunicación no verbal: suspicacia, pone en tela de juicio todo lo que la víctima dice y hace, se le conduce progresivamente a dudar de sus competencias profesionales. En la medida en que estas agresiones son indirectas, resulta más difícil defenderse¿ Cómo se describe una mirada de odio?.La misma víctima tiene a veces dudas sobre sus propias percepciones.
Desacreditar: Para desacreditar a alguien públicamente, basta con introducir una duda en la cabeza de los demás. Con un discurso falso, compuesto de insinuaciones y de asuntos silenciados, el acosador pone en circulación un malentendido que puede explotar en beneficio propio. Para hundir al otro lo ridiculiza, lo humilla, y lo cubre de sarcasmos hasta que pierde su confianza en sí mismo.
Aislar: De esta forma rompe las posibles alianzas, para que la persona se sienta más desvalida.
Inducirle a error: Un medio muy hábil para descalificar a alguien consiste en inducirle a error con el fin de poder criticarlo o rebajarlo, pero también para que tenga mala imagen de sí mismo.
Independientemente de la forma lo que suele hacer el acosador es utilizar la debilidad del otro y para que dude de sí mismo con el fin de anular sus defensas. Mediante un proceso insidioso de descalificación, la víctima pierde progresivamente su confianza en sí misma y, a veces, está tan confundida que le puede dar la razón a su agresor” No estoy a la altura”
Consecuencias
Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
Proceso de desvaloración personal.
Desarrollo de la culpabilidad en la víctima (la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento).
Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
Somatización del conflicto: enfermedades físicas.
Insomnio, ansiedad, estrés, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación con la pareja, depresión.
Inseguridad, torpeza, indecisión, conflictos con otras personas e incluso familiares.
Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador.
Intervención Psicológica
Se trabaja desde estos 8 factores de resistencia
Una buena constitución física y mental.
Confianza en sí mismo.
Consideración positiva del entorno.
Apoyo social.
Condiciones materiales, económicas estables.
Poseer alternativas laborales o vitales como solución de futuro.
Capacidad de resolver sus propios problemas- cierta inteligencia emocional.
Saber buscar ayuda y protección ante situaciones límite como el mobbing.
Saludos a todos y a todas.
Julia Rodríguez Psicología
653 93 40 50
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