La autoexigencia lleva al agotamiento, parece que uno es mejor si hace más, si llega a más, si gana más, si tiene más, y una serie de «mases», que son un suma y sigue y que para muchas personas se va ampliando en la carrera de obstáculos que se ponen en la vida, porque esto de la autoexigencia viene desde dentro y va para uno mismo.
La consecuencia de estas exigencias, es que muchas personas se deprimen, se angustian, somatizan, empiezan a tener dificultades interrelaciónales, etc.
Por tanto, si te ves identificado con esto que comento, y quieres cambiar, es el momento adecuado, ya que puedes elegir otro camino, un camino en donde puedas suavizar la relación contigo mismo, donde puedas sentirte más saludable a nivel emocional, donde puedas hacer las cosas de otra manera.
Recuerda, más es sencillamente más, no es mejor.
Este nuevo camino, comienza, con la consciencia de ti mismo, de tu forma de actuar y estar en el mundo, de tal manera que puedas cuestionarte, y con el cuestionamiento la posibilidad de cambiar, de hacer menos desde la exigencia y que te puedas orientar sencillamente a ser.
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