Muchas personas piensan que encontrando una pareja van a ver su vida de una manera distinta, que solucionarán sus problemas y estarán permanentemente contentos. Todo esto porque se tiende a idealizar la pareja y esconder tras ideas románticas nuestras propias debilidades.
Si se busca un compañero/a porque lo necesitas pero en esta necesidad hay una utilización de la otra persona, que puede ir, desde que te sirva de compañía para ir a cualquier lugar, hasta que te solucione aspectos económicos, o gestionas a lo largo de la relación esto de manera adecuada o puede pasar factura, que se puede manifestar desde aspectos físicos a emocionales ó dificultades en la pareja.
Cuando quiero a alguien de verdad es cuando lo acepto como es y me gusta eso que veo, respeto los espacios de la otra persona, me sorprenden sus cosas, acepto sus virtudes y defectos.
Y para querer a alguien de verdad, lo más importante es quererse a uno mismo ¿cómo pretendemos que nos amen si ni siquiera nosotros mismos nos valoramos? Cuando uno se conoce, intenta superar o aceptar sus defectos, valorar y potenciar sus virtudes, sabe estar solo sin sentirse mal, es independiente y su capacidad de desarrollo depende de él mismo, entonces es cuando podemos amar plenamente a otra persona, sin cortapisas, porque has empezado por quererte a ti mismo, ya que indiscutiblemente y las 24 horas del día, tú te tienes a ti mismo.
El estar con otra persona en ocasiones puede ser como un sedante si se tienen problemas de autoestima, el dolor se pasa momentáneamente pero luego vuelve a aparecer, porque está dentro de uno, por tanto, quizás es mejor, ver el origen del dolor para que no suceda y no poner un parche, porque esto no soluciona nada a largo plazo.
Por otro lado, aunque en un primer momento de la relación el aspecto físico juega un papel importante, con el tiempo la relación avanza y se profundiza en otros aspectos. Tenemos que recordar que la belleza exterior es algo efímero, huir de la esclavitud de culto al cuerpo y pensar que lo que permanece es la forma de ser y estar en la vida y es con esto con lo que se construye el día a día.
LOS TIPOS DE AMOR
Se distinguen por la etapa en la que se desarrollan, el cómo y las consecuencias que tienen en el tiempo para el bienestar de las personas, podemos encontrar:
Amor romántico: es el amor que se vive al inicio de una relación, existe mucha pasión e intimidad, todo va muy deprisa y resulta maravilloso, el compromiso apenas se da.
Amor simpático: hay comunicación y diversión pero no compromiso.
Amor fatuo: en el que la atracción domina y a raíz de esto se generan compromisos, pero no hay la suficiente comunicación ni confianza.
Amor obsesivo: el objeto del deseo está permanentemente en la mente.
Amor compañero: son grandes amigos, se comparten intereses comunes. No existen grandes pasiones ni mucha intensidad emocional pero suele ser estable y duradero.
Amor vacío: se permanece junto solo por el compromiso adquirido o por el hábito. Son parejas que ya no saben muy bien porqué siguen juntas, pero ahí están.
Amor consumado: hay un equilibro entre la pasión, la confianza, la convivencia y el compromiso adquirido.
Independiente del tipo de amor, hay áreas de la vida que sostienen o influyen en el devenir de nuestra relación de pareja y es importante que las cuidemos. Estas áreas son la sexualidad, la comunicación de la que ya he hablado en ocasiones anteriores y de la que siempre digo que es fundamental para la relación sana, una comunicación abierta y constante. También si los hay la educación de los hijos, por otro lado, la economía familiar o las actividades sociales, las que se realizan en el tiempo libre. No podemos olvidarnos tampoco de las responsabilidades domésticas, de la conciliación con el trabajo o por último también es importante que reflexionemos cómo son las relaciones familiares, si hay independencia o dependencia y si existe sensación de bienestar dentro de la relación por ambas partes, ya que cuando no hay la misma percepción de igualdad en la relación, en cualquiera de las áreas en las que se fundamente la misma, va a existir una parte que no se sienta bien y otra que se empiece a sentir mal, cuando esto ocurre es necesario la terapia de pareja.
LUIS ALBERTO BERRIOS VELA says
Y justamente la soledad es la consecuencia de un sentimiento perdido…y más cuando ya son 21 años de ausencia y las variables no han sido las mas idóneas sino al contrario. Entonces los recursos comunes y «salvavidas» no sirven ¿que se debe aplicar? La culpa de la pérdida y la resonancia del pasado que no hay luego ¿que remedio tomar?