Cuando nos encontramos agitados tratamos de buscar la calma, generalmente en cosas, o situaciones externas, para ver si se nos va la angustia, el desasosiego, la tristeza… e intentando encontrar esa calma, dependiendo de la persona, recurrirá a:
- El teléfono con toda su gama de opciones.
- Intentar estar fuera de casa lo más posible.
- Comer, a ver si este bocado me calma.
- Ir de compras, con el pensamiento de lo mismo teniendo esto me encuentro mejor.
- Hacer ejercicio de forma desmedida.
- Organizar planes, viajes, encuentros, conocer gente nueva, parejas…
- Reorganizar la casa sin ser necesario, o ponerse a tope con el bricolaje.
Y si miras dentro de ti, verás, si no es ninguna de estas estrategias cuál es la tuya.
El asunto es que nada externo, y hay que asumir que poner expectativas en algo de fuera, no va a resolver tu estado interno.
Por tanto la propuesta es que vayas de dentro hacia fuera, y desde ahí puedes estar de otra manera contigo mismo, con los demás, con tu lugar en el mundo.
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