A veces uno está en una comodidad que por otra parte se siente incómoda, la incomodidad en si, no nos hace crecer lo que nos hace crecer es la manera en la que gestionamos la incomodidad.
¿Te peleas con ella?,¿Te quejas?,¿Lloras o ríes? ¿Alguna otra cosa?
¿La escuchas y accionas en consecuencia?
Si haces esto último, estarás pasando el puente entre la orilla en la que estás y a la que quieres llegar.
Si el tránsito es necesario, aunque estar en medio, a veces sea costoso, porque ya no eres el que eras y tampoco el que puedes llegar a ser, y claro esto también produce incomodidad, no poder hacer lo de siempre o comportarse como siempre y a su vez todavía no tener nuevos hábitos, maneras rutinas con las que te identifiques, y de ahí que en ese periodo haya una lucha interna para volver a lo conocido.
Cuando gana el seguir transitando hacia adelante en tu vida, te conocerás y reconocerás en un nuevo yo, y cuando estés en esta orilla, te darás cuenta que hay un mundo por explorar, dentro y fuera de ti.
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