Cuantas veces veo personas que comentan que cuando están en una relación de pareja, sienten que pierde la alegría, la energía, que esa persona aunque quieran estar con ella, por otro lado les complica la vida.
Si sientes que te sucede esto, te estás mimetizando con el contexto, estás confluyendo con el otro, esto en general se hace para no tener o minimizar los conflictos, porque hay un olvido de uno mismo, es decir estás olvidando tus estados emocionales para adaptarte al otro.
Al olvidarte de ti, se produce una sensación de malestar, que se manifiesta en forma de síntoma, en función de cada persona son diferentes (ansiedad, depresión, manifestaciones psicosomáticas….), otras veces la persona sencillamente se encuentra rara, como que no sabe concretamente porqué y sin embargo no sé siente bien del todo, y claro está, uno no se puede sentir muy bien, cuando se daña a sí mismo, para estar en paz con el otro, porque además esta paz es ficticia, ya que al estar en guerra contigo, de vez en cuando se escapa un disparo hacia el otro, de manera verbal o en actitud, y hace que estalle la batalla abierta, en donde saldrá perdedor la persona que está más herida, que es la que se está haciendo daño constantemente.
Para que este bucle se rompa:
-
Aprende a conocer cuáles son tus necesidades (cuando se está tan acostumbrado a confluir, no sueles reconocer qué necesitas tú).
-
Pon límites, si ves que no quieres algo, o una situación determinada, frena. En ocasiones uno no lo ve claramente y sin embargo en tu cuerpo, en tus sensaciones, hay algo interno que te lo indica, pon atención a estos aspectos.
-
Coherencia contigo mismo con lo que piensas, sientes y haces.
Deja una respuesta