Cuando somos pequeños, aprendemos estrategias para sentirnos queridos, y de esta manera lograr encajar de la manera más adecuada en nuestro entorno familiar. Estas estrategias, repetidas a lo largo del tiempo es lo que va configurando nuestra personalidad.
Algunos tipos de personalidad, son los que comentaré a continuación. Teniendo en cuenta que aquellos aprendizajes que hicimos cuando éramos pequeños, que nos valían para el hogar familiar, en muchas ocasiones no valen cuando somos adultos y tampoco valen en otros contextos o con otras personas.
- El realizador. Esta persona era mimada y amada en su niñez, por destacar en lo que hacía. El trabajo, el esfuerzo y los resultados, era su condición para obtener el cariño y el reconocimiento. Su forma de estar en la vida, es cumplir las expectativas que tienen de él, y otras más elevadas, que se pone él mismo. No se da tiempo al descanso, es perfeccionista y crítico con él mismo y con los demás. Su miedo, que lo lleva secretamente, es la sensación de que nunca conseguirá ser lo bastante bueno, porque siempre encuentra otro objetivo al que apuntar. Y aunque aparentemente parece muy independiente, hay un temor subyacente al rechazo o al abandono, o a la falta de reconocimiento.
El realizador necesita darse cuenta que los demás le querrán aunque no haga nada.
- La víctima. Esta forma de estar, en muchas ocasiones tiene que ver con un daño acontecido en una edad temprana, por el que la persona obtuvo atención. Y de esta manera su forma de estar en la vida es desde la pena que pueda generar a los otros, porque esta es su forma de entender el afecto. Por tanto el aprendizaje es que si cuento la tragedia, recibo atención, cariño. Y aprende a fijarse en todo lo malo que le pasa y lo va relatando, con una sensación de impotencia ante la vida, haciendo que los demás se sientan culpables, cuando con su manipulación encubierta no obtiene lo que pretende.
La víctima necesita asumir su responsabilidad de vida y sacar la rabia que con frecuencia está contenida.
- La persona encantadora. Esta persona aprendió en una fase temprana de su vida, que estar disponible y sumiso ante los demás, aporta recompensas. Se muestra complaciente con los demás, dice a todo el mundo que “si”, lo que le proporciona, la categoría de buen amigo y buena persona, ya que se adapta a cualquier situación. Aparentemente con esta situación se siente bien, y encantado con la vida, pero en el fondo siente vacío y soledad. Su miedo es ser auténtico, ya que los demás pueden desaprobar que “saque los pies del tiesto” diciendo las cosas claras. Ha seguido las normas y por dentro siente que ha vivido la vida que querían otros, generándole un profundo malestar interno.
El encantador necesita, dejar de estar disponible para los demás, expresar su rabia y darse cuenta que se le quiere de todas maneras.
- El impostor, esta persona actúa en función de cómo actúen los demás. Es un actor de primera y adopta el papel que la situación requiera. No se arriesga a la polémica, y representa el personaje que cree que esperan de él, en función del contexto. El impostor a edad muy temprana sintió que no le querían cuando era él mismo, y que si quería cariño, tenía que hacer lo que los otros deseaban.
El impostor necesita encontrarse consigo mismo y poder ser.
- El tímido. Le caracteriza el miedo ante otras personas. Teme el rechazo, las críticas. Siente poca confianza en sí mismo para atraer a los demás. Y desde ahí se retrae metiéndose en un caparazón.
El tímido necesita atreverse a explorar y darse cuenta de que sí puede, para confiar en sí mismo
- El sacrificado. Su aprendizaje fue, que amar era sacrificarse o renunciar dando prioridad a los otros. Probablemente en su casa sus padres también eran modelos de sacrificio en acciones o palabras, y de ahí que esperaran el mismo comportamiento en su hijo. La persona sacrificada, espera que su abnegación y “generosidad” sea devuelta, mediante un sacrificio similar. Ya que esto es lo que constituye en su visión de la vida, el verdadero afecto.
El sacrificado necesita aprender que no tiene que renunciar a sus deseos y que no tiene que esperar nada a cambio.
Flavia says
Excellent julia