Te propongo que pares un momento. Que prestes atención por un instante cómo estas ahora.
Imagina que estás en un camino, el camino de tu vida. Un camino con experiencias y vivencias que has ido cogiendo durante ese recorrido. Observa si hay algo de lo que te gustaría desprenderte y soltar en esta parte del camino en el que estás ahora.
¿Qué es lo que soltarías para ir con el equipaje un poquito más ligero? ¿Quieres dejarlo aquí? Si es así, ¿cómo te sientes al soltar aquello que ya no te es útil para continuar en tu camino? Por el contrario, ¿cómo te sientes al seguir cargando con aquello que te es difícil soltar? Tomar conciencia de esto son pasos para elegir cómo quieres seguir en el camino de tu vida. Es elegir cómo quieres llevar tu equipaje. Un equipaje que eres tú con tus pensamientos, sentimientos, emociones y maneras de hacer.
Darte cuenta de aquello que te es dificultoso soltar y hace que tu equipaje sea pesado, te permite continuar de otra manera para seguir en el camino; ya que cargar y cargar y cargar el equipaje hace que sea pesado y cansado continuar, generándote incomodidad y malestar.
Es en este darte cuenta es cuando comienzas a desprenderte de ello y empiezas a sentir la ligereza, que supone ir soltando, para de esta manera llevarte lo que te nutre en este momento. Es estar abierto a descubrir lo nuevo que encuentras en el recorrido. Que puedas elegir en tu camino qué es aquello que sueltas y qué es lo que quieres llevarte en tu equipaje para este viaje. Recuerda que en cualquier momento del viaje puedes dejar aquello que te pesa del equipaje y de esta manera, llevarte aquello que ahora te nutre. Un camino en el que soltar para coger.
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