En esto del amor cada uno hace lo que puede, no hay manual, nadie nos enseña, de pequeños aprendemos viendo a los modelos referentes cercanos, que también van haciendo lo que pueden e improvisando sobre lo que les acontece.
Y así se va formando la amalgama en dónde:
- Unos buscan amor.
- Otros se enamoran perdidamente.
- Algunos se acompañan en lo que pueden en el intento de crear una ilusión.
- Otros ya perdieron esa ilusión, sencillamente se acompañan.
- Otros rompen porque ven que no hay manera, para que aquello funcione.
- Otros ni siquiera lo intentan, poniendo mente y cortapisa, antes de iniciar nada.
- Algunos se encuentran bien y satisfechos en sus relaciones amorosas.
El asunto es que la cosa se pone delicada, porque no nos educan sobre cómo gestionar el amor, cómo entendernos y entender a la otra persona a un nivel emocional, cómo iniciar, mantener y nutrir una relación para que esta se sostenga de una manera saludable.
Por tanto, el aprendizaje está en desarrollar un amor de manera intencionada empezando por el amor hacia ti mismo, tener claro que el amor tiene aristas y hay que aprender a llevarlas de la mejor manera posible, que el amor hay que cuidarlo en lo cotidiano del día a día.
Deja una respuesta