Seguimos reflexionando en nuestro Gabinete las posibles repercusiones que la actual crisis económica podría tener sobre la conducta y la personalidad de la gente. Él, que es especialista en temas laborales, coaching y de recursos humanos, me comentaba la influencia sobre la personalidad, sobre la autoestima y la seguridad personal de elementos como la incertidumbre existente, la falta de control sobre la situación económica, el malestar provocado por situaciones de desempleo duraderas, las reducciones de sueldo, las empresas que no cobran de sus clientes…
Estamos seguros de que la situación es muy dura para muchas personas, y que tanto la autoestima como la seguridad personal de muchos de nosotros se están poniendo en riesgo en la situación actual. Por esta razón, hemos pensado que estaría bien dedicar unas líneas a analizar cómo evitar en lo posible que elementos del entorno afecten tan negativamente, que sin quererlo, nos veamos incluidos en un bucle de pérdida de percepción sobre nuestra propia capacidad.
Se trata de construcciones de dentro a afuera.
Lo primero que deberíamos comentar es que tanto la autoestima como la seguridad personal son habilidades emocionales que forman parte de nosotros mismos, y que las hemos de construir de dentro a afuera. Eso significa que la autoestima y la seguridad no debe depender de hechos externos o de la valoración de los demás, sino de una construcción interna que hacemos de lo que somos, de lo que valemos…
Querernos a nosotros mismos es la clave para empezar. Sin embargo, hay gente que construye esta autoestima en base a lo que los demás piensan de ellas, y esto es muy negativo, ya que este pensamiento de los demás puede estar modulado por muchos factores: un error puntual, la envidia, el deseo de que tengamos fallos… Es evidente que la autoestima determina en buena medida la confianza y la seguridad en uno mismo. La seguridad en uno mismo está modulada por las veces que nos hemos enfrentado a retos y los hemos conseguido, o hemos fracasado.
Además, lamentablemente vivimos en una sociedad que valora solamente el éxito como un hecho puntual, y no como un proceso. Más que premiar el esfuerzo, lo habitual es premiar sólamente el logro, por lo que injustamente suele juzgarse de forma muy negativa a aquellas personas que, habiéndose esforzado, no han logrado lo que querían. Y en otras ocasiones, cuando todo va bien casi no se nota, siendo bastante críticos con algún fallo puntual, sin felicitar por el trabajo bien hecho.
Esto no sucede en otras sociedades, donde el esfuerzo se valora, y donde los errores son asumidos como parte del proceso.
Pero, ¿por qué la gente fracasa al asumir retos?
Una de las mejores formas de proteger nuestra autoestima y nuestra seguridad personal, es plantearse retos adecuados a nuestras capacidades, y hacerlo de forma correcta. No hay mejor manera de fracasar que plantearse un reto que no se puede medir; es decir, por lo general decimos: este año voy a hacer deporte, voy a perder peso, aprenderé inglés…
El problema es que esos objetivos no están bien planteados ya que no es posible medirlos: ¿cuánto deporte, cuánto peso, durante cuánto tiempo, cada cuanto tiempo, qué es aprender inglés, qué nivel…?, y por otro lado, ¿tengo y/o pondré los medios adecuados para ello?. La consecuencia es que nos los planteamos con la simple ayuda de nuestra predisposición, y la verdad, son cosas complicadas que no invitan a que se hagan.
En consecuencia: asumimos retos tan enormes o tan difusos, que el riesgo a que no se cumplan es altísimo. Por otro lado, al no poder medirlas, nunca sabemos si lo hemos conseguido. ¿Cómo tenemos que hacerlo entonces?: pues un buen objetivo necesita ser medible, alcanzable, realista, estar formulado de forma precisa, por un tiempo concreto… y si hace falta, cuéntaselo a nuestros amigos y familiares para que nos den su apoyo en momentos en que podamos flaquear.
Entonces, ¿cómo podemos ganar en confianza y autoestima?
Como ya hemos avanzado, se trata de una construcción personal. No hay fórmulas mágicas. Pero sí podemos recomendar a la gente que analice bien su desempeño, cómo hace las cosas: puedes conseguirlo o no, pero el proceso es muy importante, así como el esfuerzo, la forma en que lo hacemos. La honestidad, el esfuerzo, el adecuado planteamiento…, y en muchas ocasiones, reconocer si nuestro objetivo está o no a nuestro alcance, y si hemos hecho todo lo necesario para alcanzarlo.
En otras ocasiones, es necesario parar un poco, y poner en valor todo aquello que hemos conseguido en la vida. Y no nos referimos a logros académicos, laborales…, sino analizar bien, y con ojos apropiados, todo aquellos que hemos sido capaces de hacer, y que probablemente desde afuera podría incluso considerarse como «poca cosa». La autoestima y la seguridad personal son una construcción interna, y no debemos permitir que sean los demás los que determinen su nivel.
¿Qué os parece…?
¿Creéis que nuestra sociedad está preparada para valorar el esfuerzo frente al resultado?
¿Cómo andáis de autoestima?, ¿se ve muy afectada por la situación actual?
Si os parece, podemos comentarlo, vale?
Un saludo
Julia Rodríguez Psicología
653 93 40 50
María says
Muy interesante lo que dices de la construcción de la autoestima de dentro a fuera.. parece tan simple pero tan complicado a veces… me recuerda a un libro de Victor Frank, en el que cuenta como cuando estaba en un campo de concentración nazi veía como las personas eran despojadas de todo, de su ropa, de su pelo, de su identidad… se dio cuenta como aquellas personas cuya identidad estaba basada en cosas externas, trabajo, estatus social, familia sobrevivían peor y en cambio las que tenían una personalidad más forjada desde el interior se enfrentaban mejor a la situación… En fin, la teoría siempre es fácil, aplicarse el cuento día a día es otra historia..besos y salud!
Julia Rodríguez Psicología says
Hola María; efectivamente construir de dentro a afuera te garantiza que, por mucho que cambien las circunstancias del entorno, hay elementos y valores que permanecen fuertes en tí, y a los que puedes asirte. Como bien dices, la teoría es sencilla, y como me gusta decir «pensarlo es tomar la decisión de hacerlo».
Un saludo, y gracias por un comentario tan interesante. Te invito a que pases por aquí más a menudo
Todos/as te lo agradeceremos.
Julia Rodríguez
653 93 40 50