¿Qué buscamos cuando exploramos el encuentro con otro?
Dependiendo de cada persona, llegarán diversas respuestas
Compañía, compartir tiempo, sexo, apoyo, comunicación …etc.
El intento de ir al encuentro amoroso. Una experiencia muy humana, que conlleva energía, alimenta fantasías, sueños y fomenta ilusiones o desilusiones, dependiendo de cómo vaya la historia.
Sin embargo, ahí vamos oteando el horizonte que cada vez es más virtual, aunque todavía existen los clásicos, con miradas por encima de la mascarilla.
Buscando para encontrar, y aquí se puede dar:
- La búsqueda en que encuentras más de lo mismo, que es casi un no encuentro. Una vez que se supone encuentras a la persona, repites patrón, y la persona pierde su significado, o dejas o te dejan y de nuevo empieza la espiral, en donde espero que alguien cubra mis expectativas amorosas y necesidades emocionales.
- El encuentro sin búsqueda, en donde tú estás en tu vida, intentando saber de ti y desde ahí, casi sin darte cuenta surge una persona, una situación, una circunstancia. Lo que ocurre en estas ocasiones, es que necesitas autoexplorarte, cultivar la paciencia que ello conlleva, y una sociedad en la que todo va tan rápido, esto cuesta.
Y si seguimos comentando de la sociedad, la falta o mala educación acerca de lo amoroso, enseña que es mejor la mala compañía que la soledad. De esta manera se desenvuelven muchas parejas en su día a día, aunque el precio del supuesto éxito “parejil “sea alto. Aunque claro si estás solo y enfadado con tu soledad, en la queja y la no aceptación, ocurre lo mismo.
Por tanto si estás en cualquiera de estos dos casos, te invito a que trabajes tu cuidado, tu respeto, tu armonía, tu equilibrio, tu confianza, todos aquellos “tus» que quieras incluir.
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