La gente que está en lo que está, que no acciona, cuando está en un escenario que no depende de uno mismo, en la «no acción” es sencillamente estar, observar.
Fluir es el arte de estar, ser paciente, poder conectar con la emoción, desde esa conexión darte cuenta si quieres actuar, decir, controlar, y que esto en ocasiones te puede llevar al descontrol.
A veces uno no encuentra la forma de hacerse amiga de su mente y de repente está metida en un rollo mental, que no sucede en la realidad, solo está en tu mente.
Fluir es ir con lo sucede, no resistirse, acoger lo que ocurre, sobre todo porque lo ocurre es lo único real, por muchas películas que te montes.
Por tanto, fluye, no te pelees con la realidad, porque la realidad gana, lo único que depende de ti es sostenerte de la manera más adecuada cuando las olas de la vida se agitan.
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