Cuántas veces intentamos captar el momento vivido con una fotografía, un vídeo, para dejar testimonio, para volver a recordar que hemos estado, que hemos sentido, que en ese momento aquello fue de esa manera determinada, y mientras lo compartimos le añadimos palabras para dar más fe de lo vivido.
El asunto es que nuestra vida es vivida más allá de todas las palabras, fotos o vídeos que podamos hacer, y por más que nos empeñemos, no podemos capturar lo que acontece en el momento de la foto, del vídeo o de las palabras.
De hecho, en nuestra vida hay situaciones que por mucho que uno quiera, no hay fotografía, ni palabra adecuada para describir la sensación.
Por tanto, la invitación es a intentar sentir más lo que ocurre en vez de captar y añadir.
Deja una respuesta