Durante toda la semana estamos hablando acerca de la procrastinación. Sabemos que hay una más leve que nos impide hacer tareas sencillas, digamos que «de mantenimiento», y una un poquito más grave que realmente bloquea nuestro propio «desarrollo».
Además, hemos descubierto que se debe por un lado a una baja percepción de nuestra propia capacidad para hacer ciertas tareas, y al mismo tiempo, a una baja tolerancia a la tensión, por lo que preferimos eludir aquellas cosas para las que creemos que no tenemos capacidad suficiente, y que nos van a provocar tensión.
Por tanto, ahora que sabemos qué es, y por qué se produce la procrastinación, ¿qué tal si buscamos posibles soluciones a esta dificultad tan molesta? Existen para ello una serie de estrategias que, si somos capaces de convertirlas en hábitos, nos permitirán de forma natural y casi sin darnos cuenta, superar esta manía de dejarlo todo para mañana. Os contamos algunas de ellas:
- Enfréntate a tus miedos. Esta es una de las causas principales de la procrastinación. Nos bloquea y nos sitúa ante lo peor que puede pasar. Pero realmente, ¿a qué tenemos miedo? Es importante que te conozcas y que sepas a que tienes realmente miedo, ya que de lo contrario, te quedarás a medio camino de la solución.
- La Regla de los 2 minutos. Si tienes tareas pendientes que se pueden hacer en 2 minutos, ni siquiera te pares a pensar cuándo vas a hacerlas. Hazlas!! Tal vez te puedan llevar tres o cuatro minutos, pero si consigues convertir esta regla en un hábito, mejorará muchísimo tu productividad, además de deshacerte del estrés que provoca la acumulación de tareas pendientes.
- Haz paquetes mas pequeños. Algunas veces la cantidad de trabajo que tenemos pendiente nos puede causar un malestar abrumador, y llegar incluso al bloqueo. Una manera sencilla de afrontar esta carga es dividiéndola en tareas mas pequeñas que podamos abarcar de forma más fácil. Crea una tabla con fechas y tiempos, y te ayudará a resolverlas en menos tiempo, evitando dejar también esas pequeñas tareas para otro momento.
- Busca la motivación. Plantéate por qué tienes que hacer esa tarea, por qué haces lo que haces y a quién beneficia que lo haces. Consigue que de alguna forma esa tarea tenga un componente divertido; hazla con música, en un ambiente agradable…, e incluso motívate dándote un premio como recompensa al finalizarla.
- Las rutinas. Existen tareas que realizamos o deberíamos realizar diariamente, y que sin embargo vamos dejando para más adelante. Si las incluimos en nuestras rutinas diarias, finalmente las haremos casi sin darnos cuenta al formar parte de nuestros hábitos. Algunas veces no somos conscientes de la cantidad de rutinas que tenemos en nuestro día a día y que no le damos importancia al haberlas asimilado de manera natural. Ese es el reto.
- Comprométete. Podríamos utilizar muchas técnicas y herramientas para vencer la procrastinación, pero la realidad es que el compromiso y la fuerza de voluntad son el elemento clave para afrontarla con garantías de éxito. Hay ocasiones en las que perdemos más tiempo pensando en lo que tenemos que hacer que en hacerlo; no lo pienses más, salta del sillón y ponte a ello. El mejor momento para hacerlo es ahora, y cuando termines, tú serás el mayor beneficiado.
- Muéstrate. La procrastinación se incrementa en la intimidad, cuando nadie nos vigila o está pendiente de nosotros. Es muy práctico mostrarte a los demás y comunicarles los retos que te propones o proyectos importantes que tienes por delante, para después ir presumiendo de los avances que vas realizando, de forma que incremente tu compromiso. Puedes hacerlo a través de las redes sociales o de tu blog, o formando grupos de compromiso donde rendir cuentas y sentirte responsable.
- No siempre es el momento. El compromiso es primordial, pero no hay que ser tan estricto con nosotros mismos. No siempre es el momento para cualquier actividad; el cansancio, el estrés, o los estados de ánimo pueden desaconsejar realizar una tareas concreta, en un momento preciso. Aliméntate bien, tu cuerpo necesita descansar, date un respiro…, o tu cuerpo no estará dispuesto a hacer lo que le pidas. Aprovecha tus mejores momentos.
Hasta aquí!
Estoy segura de vosotros y vosotras tenéis técnicas tan efectivas o más que estas. Si te animas, somos todo oídos para escucharlas, y ojos para leerlas. Así aprenderemos a hacerlo tan bien como tú en la lucha contra la procrastinación, a la que hay quién llama “la ladrona de sueños”.
Un saludo a todos y todas!
Julia Rodríguez Psicología
Saludos!
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