Hay ciertas tendencias emocionales que heredamos de nuestras familias, aunque también pueden aprenderse a través de comportamientos de padres o abuelos.
Miedos, ansiedad, depresión, costumbres alimenticias, ira, presión por tener éxito, perfeccionismo, etc., son aspectos que si los hemos aprendido de una determinada manera, así es como se los transmitimos a los hijos.
Es decir, el linaje materno, transmitirá una manera de estar en la vida y el linaje paterno transmitirá otra manera de estar en la vida, y con todo esto, el hijo se tiene que ir manejando.
Si te das cuenta que hay ciertos aspectos, que son de “tu familia”, y no quieres que tu hijo haga lo mismo, sería adecuado que te pusieras a revisar, ya que los hijos aprenden por modelado, y si ven algo lo van a reproducir. Por otra parte, revisar estos aspectos familiares, no solo ayuda a aligerar a tus hijos sino que también te ayuda a entender que si tus padres lo hicieron como lo hicieron, es que ellos de la misma manera que tú, tuvieron sus asuntos con sus progenitores.
Deja una respuesta