Las siguientes situaciones o vivencias pueden ayudarte como indicadores en la relación:
- El amor del otro es variable. Una semana puede querer compartir contigo el resto de su vida, y a la otra o al día siguiente, se muestra indiferente y cómo si no te conociera.
- Hay un constante descontento. Cuando está contigo, hay actitudes de dejadez, pasotismo, por parte del otro e intranquilidad por tu parte.
- Sexo maravilloso. Cuando una persona está enganchada a este tipo de relación, los momentos de intimidad son los mejores del mundo, y es que precisamente, en este terreno, es donde intentas darte de la manera más complaciente, para que el otro vea, lo maravilloso/a que eres.
- Reproches contigo mismo/a. Cómo es posible que te humilles, en muchas situaciones, de la manera en que lo haces, que no pongas límites, que permitas cosas que no son para ti de recibo, y que además sigas ahí.
- Intentas constantemente ver cuál es el momento apropiado para hablar. Y conforme más intentas buscar la situación adecuada, menos la encuentras, porque con lo que te encuentras son evasivas, o bien te ataca, o bien se pone a la defensiva, o te dice que estás exagerando que no es para tanto.
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