La ansiedad aparece cuando queremos algo que no está en nuestras manos, o que todavía no toca porque no ha llegado el momento.
Lo que ocurre es que te agitas, te inquietas, empieza esa sensación de impaciencia, o anticipas eventos que todavía no han sucedido, y por los que de momento ya estás pasándolo super mal, por si ocurre una situación temida en ese momento.
Dependiendo de la circunstancia, empiezas a tachar días en el calendario, a mirar el reloj porque quieres que llegue la hora, miras el móvil 500 veces para ver si te han respondido ya el WhatsApp, o has recibido esa llamada, o te imaginas con todo lujo de detalles una circunstancia determinada.
El caso es que bien sea por acción o por imaginación, parece que lo único valioso es perturbar la paz mental, como si de esta manera pudieras conseguir algo, y lo que consigues es ponerte ansioso.
Cuando te sientas ansioso, hazte las siguientes preguntas:
- ¿A qué se debe esta palpitación en el pecho o este nudo en el estómago?
- ¿Quién lleva las riendas la ansiedad o yo?
- ¿Me hace algún bien sentirme así?
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