Parece que lo natural en muchas parejas cuando llevan un tiempo es buscar la convivencia y esta puede ser o no idílica, para las parejas que inician una convivencia, dependiendo de ciertos aspectos:
- Ser transigente y marcar unos objetivos de convivencia, a nivel explícito, es decir que esto quede hablado, porque dar las cosas por hecho, en ocasiones, complica bastante el asunto.
- Cambiar y ajustar los patrones individuales, por patrones comunes que os vayan bien a los dos.
- Aceptar, que el otro no es nosotros y que en ciertos aspectos, que son muy individuales, no se va a comportar igual que nosotros. Si a tu pareja, le gusta dormir hasta tarde el domingo, y a ti te gusta madrugar, no te puedes empeñar en que tiene que levantarse pronto para aprovechar el domingo, ya que para la otra persona, dormir es una forma de aprovechar. Entonces respetando esto, habrá que ajustar otros espacios del domingo para compartir, que no sea el desayuno.
- Comunicar. Dejando de leer la mente del otro, ya que esto no se puede, o Intentar que el otro sea adivino, porque desde aquí, tampoco hay manera de entenderse.
- La independencia es necesario, y también es necesario que no sea infinita. Es decir, está bien que cada miembro de la pareja tenga sus espacios individuales, para luego poder compartir algo novedoso. Pero si vas llenando tu agenda de espacios individuales, y no queda nada para el espacio común, entonces deberías plantearte si has iniciado esta convivencia desde el deseo genuino de querer compartir con el otro, o te has dejado llevar, y ahora no lo ves tan claro.
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