La desconfianza es ese sentimiento de duda y recelo que se apropia de ti, hace que cuestiones y pongas en entredicho a las personas con las que te relacionas e incluso a ti mismo/a.
Tras esa desconfianza hay inseguridad y miedo a que te puedan hacer daño y es entonces cuando se ponen en marcha una serie de estrategias para defenderte ante ese posible daño:
- Siendo borde
- Aislándote
- Estando en alerta ante la reacción de la otra persona
- Manteniendo distancias emocionales
- Estableciendo relaciones superficiales.
De manera que lo que se habita en ti es intranquilidad, zozobra. Son estas estrategias, precisamente, las que te endurecen y encorsetan perdiendo la confianza para solventar y resolver situaciones en las que aparece este sentimiento. Por ello, cuando das espacio a la confianza sucede la calma.
La seguridad en ti es lo que te protege.
Cristina hernández gutiérrez
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