Hola a todos y a todas!
Vivimos en la sociedad de la inmediatez, todo tiene que ser en el aquí y en el ahora, y hay una especie de ansiedad entre los más jóvenes por probar nuevas experiencias y adelantarse a la edad cronológica, hace unos años, los pre-adolescentes todavía jugaban hoy en día ponen especial ahínco en arreglarse lo más posible para ser cómo los protagonistas de sus series favoritas.
Hay que poner especial hincapié, en que los chavales aprendan a esperar, que vean que las cosas en la vida conlleva un tiempo, que hay que tener paciencia, que los padres no pueden atender a todas las demandas en el momento en que ellos lo requieren, y cómo se empiece a hacer de una manera continúa, el chaval se volverá cada vez más exigente.
Todos los padres viven situaciones cotidianas como:
- Que los adultos estén hablando y el niño interrumpa.
- Que el niño quiera comer en ese mismo instante y no pueda ser después.
- Que el adulto esté ocupado en cualquier trabajo y el niño lo reclame.
- Que el adulto esté viendo su serie favorita y en los últimos momentos, ahí está el niño.
Y así podríamos citar infinidad de situaciones, en todos estos casos, lo que hay que comentarle, en vez de atenderlos urgentemente cómo si se fuera la vida en ello, es “cuando termine esto te atendiendo” y después hacerlo.
Si desde un primer momento, nos dejamos llevar por las exigencias de los más pequeños, se van acostumbrar a ser niños exigentes y autoritarios que además no van a ser capaz de asumir sus propios errores y van a echar “balones fueras”, cuando sean un poquito mayores, culpando a los padres de todo tipo de visicitudes que le puedan ocurrir, nos podemos encontrar situaciones como las siguientes:
- Que la comida esté fría y digan al padre o madre “Siempre dejas la comida fría”, cuando la responsabilidad la tiene el hijo/a que ha llegado tarde a la mesa.
- Llegar tarde a clase de música y decir que “llego siempre tarde por tu culpa”, cuando el padre ha estado esperando media hora en el coche.
- Querer una determinada ropa y si no está tenga un ataque de ira en el que nos diga “ Cómo que no está mi camiseta blanca, no haces nada en la casa”.
QUÉ HACER
- Responsabilizar a los hijos, de ciertos aspectos, por ejemplo que una determinada camiseta esté o no esté lavada, en ocasiones simplemente es cuestión de echarla al cesto de la ropa, o si son mayores incluso de poner una lavadora con su ropa y no de qué, la madre/padre tenga que adivinar que su hijo/a quiere esa camiseta para el martes.
- Que respeten el tiempo de los demás. Los chavales tienen que tener en cuenta que el tiempo de todo el mundo es valioso y que si han quedado en estar a una hora, con su padre para salir al cole, tiene que estar listo tiene que asumir esa responsabilidad.
- Que se pueden querer cosas pero que no todo tiene que ser en el momento, y que si se cogen una rabieta por este motivo, no va a servir de nada.
- Establecer normas, responsabilidades y horarios para que respete y asuman cuando le toca cada cosa, por ejemplo si es el sábado cuando toca chuches es el sábado y no el lunes.
Si enseñamos a nuestros hijos desde el principio a aprender a esperar, van a saber escuchar mejor, controlarse en determinadas situaciones, aceptar la frustración como parte de su aprendizaje, reconocer el esfuerzo que hacen los padres todos los días.
Saludos a todas y a todos!
Julia Rodríguez
653 93 40 50
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