Las emociones nos arrastran, nos llevan de un lugar para otro casi sin darnos cuenta, y si estas son dañinas, da igual que estés en el lugar más maravilloso, que no hay manera.
Por tanto, si te ves en esto, ahí van unas estrategias.
- Reconoce que estás bajo la influencia de las emociones aflictivas, sin pelear, sin añadir más emociones conflictivas, sencillamente “esto es lo que sucede”.
- No te identifiques con esa sensación de malestar, tú no eres el malestar, es algo pasajero, que en ese momento está y luego puede que no.
- Introduce una emoción positiva, que a veces sencillamente tiene que ver con dejar de rumiar lo que tienes en mente, y centrarte en lo que estás, en el aquí y el ahora, porque realmente no hay otra cosa, lo que pasó pasó y lo que está por llegar quién sabe.
Si pones atención y utilizas estas estrategias, te encontrarás más tranquilo y no permitirás que las emociones destructivas se apoderen de ti.
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