Comenzamos el año, y los propósitos, propósitos que ya se empiezan casi a mediados de enero, porque todavía quedan los Reyes Magos.
La vida, la edad, las vivencias, han hecho que deje de hacer propósitos, en estas fechas, y que mis propósitos sean en el día a día, da igual que sea enero o mayo.
Mis propósitos van a lo pequeño, a aquello que para mí es valioso, tan valioso como el día a día, lo cotidiano, los pequeños y a la vez grandes acontecimientos que vivo, junto con mi familia, amigos y las personas a las que acompaño en una parte de su camino, para mí todo un lujo!
De estos pequeños lujos, me nutro, sin necesidad que pase nada especial, porque ya pasa, porque la vida independientemente de lo que vaya aconteciendo (a veces nos gusta, a veces no, a veces hay dolor a veces alegría) es especial y única para cada uno de nosotros, y si sabemos mirar, mirar desde lo auténtico, lo amoroso, lo minucioso de lo pequeño, nos sentiremos grandes y agradecidos, agradecidos por el presente, por las personas que están a nuestro lado o por las que estuvieron en algún momento, por lo que haces o por lo que dejas de hacer, por lo no tan bueno y por lo bueno, porque si uno mira atento todo cabe, y todo va constituyendo el entramado de tu vida, en el acontecer de lo cotidiano.
Deja una respuesta