La vida nos trae situaciones que, en un momento dado, nos parecen dramáticas, porque las estamos impregnando del malestar, del sufrimiento que le añadimos a esa situación concreta.
Sin embargo, si miras con otra perspectiva la situación, o pasa un poco de tiempo, aquello que en un momento dado, consideraste importante, va disminuyendo su importancia.
Ayuda a restarle importancia:
- Aligerar el drama.
- Alejarte de la situación o persona.
- Mirar hacia adelante.
- Vivir con todo lo demás, que sí está.
- Dedicar tu tiempo y energía a otras historias.
- Relacionarte con otras personas.
Poco a poco llega un día, aunque uno sienta que tarda, en el que el dolor se aligera, te ves de nuevo a ti mismo sin esa carga, ya no molesta, no duele, no lo sientes de ruido de fondo.
Esto sucede porque cogiste lo que tocaba de esa situación, ya te removió y te movió.
Ahora aunque ha costado has ganado puntos en tu fortaleza interna.
Deja una respuesta