Desde pequeños para poder sostenernos ante lo que nos acontece, elaboramos unos mecanismos de defensa, que nos van a acompañar en nuestra vida, y lo que en principio puede ser una ayuda cuando vamos creciendo puede generar una dificultad.
Los mecanismos de defensa que se ponen en marcha son:
- Huida: esconderse, retraerse, aislarse.
- Ataque: rabia, enfado, agresividad.
- Congelación: claudicamiento, hundimiento, apatía.
¿Con cuál de estos mecanismos te sueles manejar?
Realmente piensa a día de hoy cómo te está funcionando.
- Aquella vez que tenías que comentar algo a tu compañero de trabajo y no lo hiciste, solo dabas vueltas en tu cabeza.
- Aquella discusión en la que te enfadaste muchísimo con tu pareja, y costó unos días en silencio.
- Aquella situación que te puso fuera de juego y te quedaste paralizado, como si no pudieras hacer nada, cuando había un aspecto que si dependía de ti.
Si algo no te está funcionando, es el momento de trabajar dentro de ti, e ir cambiando estos patrones, para poder estar de otra manera en la vida.
Deja una respuesta