Este es el colofón, para muchas relaciones que terminan, que la otra persona no te ha explicado claramente. Entonces, te pones a analizar, hipotetizar, sacar conclusiones… sobre qué le ha llevado al otro, y desde aquí no hay manera, porque nadie leemos la mente ni el corazón de nadie.
Da igual el motivo, el caso es que la otra persona no quiere estar contigo. Lo que pasa es que hablar claro cuesta, te dice cosas que para ti no tienen mucho sentido: “No eres tú soy yo”, “No es un buen momento para mí”, “Todavía no estoy bien de mi relación anterior” “ Ahora prefiero divertirme con mis amigos/as”, y tú te quedas con estas cuestiones indefinidas e intentas buscar respuestas.
Y la única respuesta es lo obvio, y es que el otro no quiere estar contigo, en la acción va la respuesta, la trampa es que tú te quedas con las palabras que dijo, palabras que probablemente ha suavizado, por no decir “te he estado conociendo, y no me gustas lo suficiente” , “he visto ciertas cosas que no me han gustado y prefiero no seguir” ,“después de estos meses, no consigo sentir, lo que yo necesito, prefiero terminar” ó “ estaba quedando con otra persona al mismo tiempo, y me gusta más”.
Puede que estas palabras sean duras, pero al menos permite que no desperdicies tu tiempo y energía en intentar llegar a conclusiones, que caen por su propio peso. En este caso, las palabras van acompañadas de hechos, y es que la relación se acabó, y si te quieres y para cuidarte, sería adecuado que se quede ahí, nada de amistad, de sexo de forma puntual, o formatos varios en lo que se puede quedar, porque lo único que vas a conseguir es dañarte.
Deja una respuesta