A veces te obsesionas con una persona o cosa, le atribuyes el poder de hacerte feliz o infeliz, te aferras y en este aferramiento vas rechazando otras cosas personas o situaciones, es como si el resto del mundo no te importara y solo pudieras estar bien cuando estás con esa persona.
Dejas de hacer cosas o quedar con gente con la que antes compartías, porque quieres pasar todo el tiempo libre con quién se supone que te hace feliz, y en realidad lo que ocurre, es que te estás quedando sin ver todo lo que tienes a tu alrededor, por focalizar en una persona que ahora está en tu vida, y que no sabes cuánto va a estar, o si va a estar de la misma manera.
Por tanto no permitas que nada ni nadie te obsesione, hasta el punto en que dejas de hacer parte de tu vida, por estar con esa persona o situación.
Permítete, experimentar la libertad que produce, el compartir sin apagarse sin obsesionarse.
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