A veces, hay palabras o situaciones que provocan una reacción desmedida, que si eres honesto contigo mismo, te das cuenta que quizás hayas magnificado en demasía esas palabras o esas situación. Y que lo que alguien te comentó o lo que sucedió no merecía una respuesta tan exagerada. Es ahí donde es interesante que te des cuenta que, ese malestar tiene su origen en cuestiones que tienen que ver con tu vida.
Vamos viviendo, y hay situaciones que nos dejan heridas, que en su momento no curaron bien, y cuando la vida nos pone en algo similar, aunque esto sea más pequeño, hay una parte que se remueve.
Ejemplos:
- Si tienes un asunto con el abandono, cuando te quedan colgado incluso si la circunstancia es justificable, te va a costar gestionarlo.
- Si tu asunto es la falta de reconocimiento, da igual lo que te digan que no lo vas a coger, ni te va a llegar.
- Si tu asunto es sentirte descalificado, cualquier cosa que te digan lo vas a vivir como un ataque y una descalificación, aunque no sea la intención de la otra persona.
- Si tu asunto tiene que ver con el cuidado, da igual lo que te cuiden, los que tienes alrededor, vas a sentir que te descuidan.
Esto son algunos ejemplos, y sin embargo hay multitud de palabras o situaciones que en momento dado, pueden ponerte en jaque. Para poder afrontar este tipo de situaciones y vivirlas de de otra manera, es necesario un trabajo personal.
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