“Tengo miedo a que no ocurra como espero”, “Me da miedo lo que pueda pasar”, “No hago esto por miedo”, “Me quedo donde estoy por miedo a lo que pueda suceder”, “Me da miedo que se descontrole todo”.
Frases que tienen en común la palabra: MIEDO. ¿Qué tal si…? te haces algunas de estas preguntas y reflexionas sobre ellas:
¿Para qué te sirve este miedo?
¿Qué te sucede cuando te quedas en el miedo?
¿Qué es lo que te impide hacer?
¿Dónde quieres colocar el miedo? como protagonista o dándole otro papel
El miedo paraliza, te coloca en un futurible que no sabes cómo va a suceder, un lugar sin espacio para moverte de donde estás. Te encorseta, te limita impidiéndote explorar y ver otras formas de sentir, pensar, hacer y estar en la vida. Debido a experiencias previas, el miedo aparece y hace que te quedes ahí para no repetir lo que sucedió en aquel entonces. Este aquel entonces es solo eso, entonces. El pasado. Ese pasado que ya no eres y aunque tengas esa sensación de que se puede volver a repetir no será como fue en aquel entonces, puesto que tú ni la situación es la misma. Es lo que es ahora. Permite ver qué sucede desde la persona que eres ahora, en esta situación que se da en este instante. Y aún estando el miedo presente, que puedas ver que también puedes y quieres hacer eso que el miedo te impide. Poder convertir este miedo en constructivo. Un miedo que te moviliza para sumar y crecer.
Date el espacio que el miedo te quita para vivir.
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