“Por no molestar…” y detrás de esta frase viene una acción coartada que no haces.
Esto sitúa tu atención en la otra persona descuidando qué quieres hacer y cuál es tu necesidad. Te limita. Dejas de expresarte con libertad, con lo que quieres y esto hace que te pongas en un segundo plano no dándote importancia. Ni a ti ni a tu necesidad. Dando lugar a la interpretación, tanto por tu parte como por la otra persona. E interpretar es dar lugar a confusión, malos entendidos…
Este “por no molestar…” hace que te alejes de ti y de la otra persona ya que hay falta de escucha.
Ante situaciones en las que sientas que te limitas por no molestar:
- Para y escucha qué necesitas.
- Mira qué te ocurre cuando coartas tu necesidad.
- Prueba y expresa eso que necesitas decir o hacer.
- Observa qué pasa cuando te permites aquello que antes callabas o no hacías.
- Quédate con las sensaciones que se producen en ti cuando te permites expresar.
Deja una respuesta