¿De qué hablamos cuando nos referimos a este término?
La responsabilidad afectiva es tener la capacidad de expresar las necesidades y las emociones propias, siendo respetuosos con las emociones de otras personas. La cuestión es que a veces esto es costoso, porque cada uno tenemos diferentes formas de expresarnos.
Unas personas necesitan un tipo de comunicación, a otras les va bien otro tipo de mensajes, y finalmente el asunto es que si no sabes de ti mismo, no sabes qué hacer con la información que te llega del otro lado, ni con la que tú quieres emitir.
Lo interesante es poner conciencia y atención para desarrollar esta habilidad, y cuando vayas a expresar algo a otra persona en relación a tus sentimientos o tu manera de estar u hacer ser lo más cuidadoso posible, sabiendo que palabras y acciones tienen un impacto en ti y en los que te rodean.
Expresar de una manera adecuada tus necesidades, tiene que ver con hablar desde lo amoroso, respetando la opinión del otro, desde el yo me siento de tal manera, en vez de utilizar el reproche, o la crítica.
Si lo haces de esta manera estarás cuidando el vínculo, mediante la claridad, los límites cuando sean necesarios y el compromiso contigo y con la otra persona.
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