Cuando una persona viene a terapia por una ruptura sentimental en general empieza a hablar del otro y una vez que se ha desahogado, mi propuesta es que empiece a contestar entre otros los siguientes interrogantes.
¿Cómo me siento?
¿Qué estoy pensando?
¿Qué quiero?
¿Qué necesito?
¿Qué puedo?
¿Qué deseo?
¿Qué sé?
Cuando te paras y empiezas a hacer preguntas sobre ti, comienzas un proceso de crecimiento personal, acerca de quién eres y cómo te relacionas con los otros.
De esta manera, empiezas a hablar de ti, a expresarte y hacerte responsable de tu vida y dejar de confluir con el otro.
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