En muchas ocasiones nos aferramos, por miedo o hábito, a algo que ya no nos sirve, no nos aporta valor, o incluso que está causando daño en nuestras vidas, pero por miedo al cambio a explorar otros terrenos, nos conformamos con seguir adelante, cuando el potencial es mucho más extenso.
El proceso de soltar conlleva refinamiento, ver qué es lo que te está haciendo daño en tu vida y tener la deliberada determinación de soltar.
La gama de aspectos que te pueden estar dañando es muy variopinta:
- Ambiente
- Relacionarte con ciertas personas
- Los alimentos que consumes
- Conductas, hábitos, patrones
- La forma de comunicación con los otros
- Los estados mentales negativos
- El egocentrismo ( las cosas tienen que ser de este modo…)
- La idea de quién soy y cómo tiene que ser la realidad
Si te reconoces en uno o varios de los aspectos citados y ves que estás siendo tóxico contigo mismo, es momento de empezar a soltar, y accionar en otra dirección, las cosas se pueden hacer de otra manera.
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